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lunes, 1 de septiembre de 2008

Rebeldes


Dado que sólo leo chuminadas sobre el síndrome post-vacacional y que mi vida entre el trabajo y otras tonterías no da para más os dejo con otra entrega de tragedias y misterios de los ricos muy ricos y famosos muy famosos.


En la vida real, hay personas que nacen con estrella y otros estrellados, de la misma manera han existido películas a lo largo de la historia del cine que no pueden escapar de su fama trágica. Filmes marcados por la fatalidad, eternos en la memoria de los espectadores por su relación con la muerte o lo insólito.
Entre estas películas quizá Rebelde sin causa (1955) no sea la más asociada a priori a la maldición, no obstante todos y cada uno de sus protagonistas protagonizaron muertes trágicas, violentas o misteriosas.


James Dean, el protagonista del film, y galán póstumo del siglo XX fue lanzado al estrellato tras su papel en el mismo, murió como todo el mundo sabe en un accidente de tráfico ese mismo año.
Mientras trabajaba en Gigante, Dean se compró un Porsche 550 Spyder, al que bautizó The little bastard («El pequeño bastardo»). Días antes de su muerte hizo un anuncio publicitario en la que advertía a los jóvenes de conducir con prudencia. Tan pronto como terminó el rodaje de la película, Dean fue a competir en una carrera de automóviles en Salinas, cerca de
San Francisco. La noche anterior dejó su gato a Elizabeth Taylor para que lo cuidase, ya que temía que algo le sucediese.
Mientras Dean conducía su Porsche a una velocidad moderada por la carretera, acompañado por su mecánico, se le acercó en un cruce en la localidad de
Cholame, California, un Ford a gran velocidad, conducido por un estudiante. Dean trató de esquivarlo, pero no pudo. Se incrustó contra un poste de la luz y se rompió el cuello, perdiendo la vida instantáneamente el 30 de septiembre de 1955, a la edad de 24 años. El conductor del otro automóvil y el mecánico de Dean se salvaron.
"El pequeño Bastardo" se vendió por piezas y su motor pasó de dueño en dueño, matandose estos en los vehículos en los que se instalaba dicho motor en accidentes de tráfico. Después se reconstruyó el modelo original de dicho porsche para una exposición pero durante el traslado de éste desapareció y nunca más se ha vuelto a saber del "pequeño Bastardo"
No obstante, como a una le gusta la el morbo y el misterio repasaremos las muertes de los otro dos protagonistas, en especial la de la bella Natalie Wood, la más extraña y aún sin resolver.


Sal Mineo, tras una infancia problemática en las calles del Bronx, este descendiente de italianos dio el salto a Brodway en 1951, lo que le abriría las puertas de la meca del cine, apareciendo en 1955 en Rebelde sin causa, y optando posteriormente al Oscar como mejor actor de reparto por su papel de Platón.
Pese a regresar al teatro siguió siendo asiduo miembro de la crónica de sucesos hollywoodiense, su bisexualidad era por todos conocida y se especuló incluso acerca de un romance con James Dean durante el rodaje de Rebelde sin causa, cuando Mineo contaba con tan solo 16 años de edad, sin embargo, lo cierto fue que durante el tiempo que duró el rodaje de la cinta, James Dean no se relacionó sentimentalmente con nadie más que con Jack Simmons.
Sal Mineo siempre salpicado por la polémica y el escándalo murió acuchillado en 1976 cuando regresaba a su casa, tenía 37 años y las causas de su asesinato no se llegaron a resolver.


Natalie Wood hija de inmigrantes rusos, su verdadero nombre era Natalia Nikolaevna Zakharenko. Empujada por la ambición de su madre se convirtió en niña prodigio. Candidata a los Oscar en tres ocasiones por Rebelde sin causa, Esplendor en la hierba y Amores con un extraño (yo recomiendo especialmente la segunda), interpretó a María de West Side Story. Junto con Elisabeth Taylor fue la actriz más importante de Hollywood durante sus años de mayor éxito.
Wood se casó dos veces con el mismo hombre, Robot Wagner, con el que arrastró una turbulenta relación hasta el final de sus días. Murió prematuramente en 1981, a la edad de 43 años, en extrañas circunstancias. Ocurrió cuando pasaba con su marido y su compañero de rodaje (Christopher Walken) un fin de semana en el yate propiedad del matrimonio, Walken y Wood eran, en aquel momento, el blanco de gran cantidad de rumores que los relacionaban sentimentalmente.
Tras llegar al atracadero en Marina del Rey, Natalie Wood, Christopher Walken y el capitán del yate, tomaron unos tragos e hicieron noche allí mientras el marido, Robert Wagner, regresó al yate para irse al istmo de Caleta mientras los demás se quedaron a seguir la fiesta. A la mañana siguiente el trío arribó hasta donde estaba el Splendour y ya casi al atardecer del 28 de noviembre, ya reunidos los cuatro comenzaron a beber de nuevo y tanto Natalie como Robert discutieron acaloradamente. Conforme transcurría la noche Wagner se sentía mas molesto por el coqueteo de su esposa y Walken . La situación llegó a su punto máximo cuando Wagner explotó rompiendo una botella contra la mesa frente a Walken gritándole: “¿qué estas tratando de hacer, seducir a mi esposa?”, pero este último se levanto y salio a tomar un poco de aire fresco. Fue entonces cuando Natalie espetó a Wagner y le dijo: “no te lo voy a permitir”.
Después de la discusión, Wagner dijo que iría a buscar a su esposa y se dirigió al camarote principal; a su regreso dijo que tanto Natalie como un bote de caucho habían desaparecido. Al amanecer se halló la lancha en una pequeña gruta y poco después el un helicóptero de salvamento descubrió su hinchado cadáver.
Wagner y Walken decidieron huir del área, pues sabían que la prensa llegaría a la isla tan pronto como la noticia fuese transmitida de los teletipos policíacos; después de la tragedia, sólo ellos dos saben lo que realmente pasó entre los tres esa trágica noche del 28-29 de noviembre de 1981, y siempre se han negado a ahondar sobre el caso y solamente se han limitado a repetir las declaraciones hechas a los investigadores policíacos que terminaron por dictaminar que Wood murió por “ahogamiento accidental”.
Gran historia la de Rebelde sin causa, y grandes historias las de sus protagonistas, especialmente la fémina de la película en la que no faltó un marido celoso, un supuesto y atractivo amante (qué queréis, a mí Walken me tiene su puntito) y un desenlace trágico y misterioso, que además una vidente china había predicho años atrás: “moriría en aguas oscuras”.

7 comentarios:

C. dijo...

dios que gentes!!interesantes las biografias, son muchas las pelis que me quedan por ver de estas personas.(me alegro de que se haya resuelto lo de tu novio-amor-de-tu-vida jeje)un besazo

Marisabidilla dijo...

Lo que me gustan estos cotilleos de desgracias famosiles....

Has leído Hollywood Babylon??

Sue dijo...

Si, yo ya habia oido estas historias, y es que desde hace años, creo que a los 12 o 13, vi con mi madre Al este del eden, y en ese momento me di cuenta que ni Tom Cruise, ni Brad, ni Matt Damon..... sino James Dean.

En fin, qe guapo es para rato!!

besetes

Glory dijo...

que cosas tan interesantes!! me molan este tipo de cotilleos... eso deberia de animarme para terminar de ver algunas peliculas de esa epoca ( si, empiezan pero no acaban... donde no hay paciencia, no se puede sacar jaja )

Sunny von Bülow dijo...

Me alegra que os guste, ya me siento menos loca, Hollywood Babylon, oh dios mio! debo tenerlo ya! Se convertirá en el próximo regalo que pida al ratoncito pérez y será mi libro de cabecera para siempre jamás!!!

Gracias a todas!

Anónimo dijo...

Hija no sabía yo lo de Natalie Wood, las muertes de los otros sí pero la de la chica es super rara. En fin qué cosas les pasan a las estrellas de Hollywood.. aunque la muerte de James Dean hoy en dia sería una noticia más en el telediario de accidentes de fin de semana. Vale, no todo el mundo va en porche, pero madre mia la de gente que se la pega por exceso de velocidad.

Besis reina

Anónimo dijo...

Lo de Natalie Wood sí lo sabía porque lo había leído ya.Interesante tu post.Como ves he vuelto, espero que te des una vuelta por mi nueva andadura.Un beso.